El pasado jueves 1 de noviembre estuve en las instalaciones de la Universidad Nacional de Villa María disertando sobre Empresas Familiares dentro de un panel dedicado a Personas, Liderazgo y Emprendimientos. El título de mi conferencia fue: «El Protocolo: Un Instrumento de Desarrollo Familiar».

Agradezco la muy buena respuesta del público y la gran voluntad con la que la Universidad junto con la Comisión de Administración del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba (de la que orgullosamente formo parte), llevaron a cabo la organización del Congreso.

Ya lo expresé con anterioridad, el clima que se genera y que se respira en eventos de este estilo es impagable. Debo decir que nuevamente me sentí feliz disertando y compartiendo con todos los asistentes.

En esta oportunidad, mi desafío fue «humanizar» al Protocolo Familiar y procurar que se comprenda para que se hace. Lamentablemente la elaboración del mismo no está bien entendida en todos los sectores ya que muchos lo conciben como un fin en sí mismo cuando en realidad es un MEDIO, un MEDIO que le va a permitir a la familia conversar con fluidez sobre las expectativas de futuro y los problemas del día a día.

En fin, desde mi lugar, seguiré luchando para que este Instrumento tan importante para el Desarrollo Familiar sea aceptado y asimilado como lo que realmente es y no como un mero formulismo legal que busca ser impuesto y que por ende, no contribuye en nada para lograr un verdadero compromiso de continuidad en una familia empresaria.

En este sentido, últimamente en España están mucho más cerca (conceptualmente y a la hora de implementarlo) de lo que realmente debe significar el Protocolo de lo que estamos en nuestro país. Habrá que seguir trabajando…

¡Gracias a todos los asistentes! Fue una jornada realmente muy, muy linda.